Gobierno Corporativo y Compliance: Aterrizando los Conceptos

Actualmente en las empresas se le está dando cada vez más importancia a la Responsabilidad Social Empresarial o RSE, pero ¿qué significa esto? Una definición sencilla podría ser que las empresas actuales no solo deben preocuparse por hacer dinero para sus accionistas o dueños (shareholders value), sino que tienen una responsabilidad que va más allá y que incluye a todas sus partes interesadas (stakeholders value).

Es decir, las empresas actuales deben incorporar el respeto por los valores éticos, las personas, las comunidades y el medio ambiente en su quehacer. Tanta es la importancia de la RSE que la ONU ha comenzado a medirla en función de su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Una empresa responsable socialmente responde no solo a las expectativas de sus accionistas o dueños, sino también a las de sus trabajadores, clientes, proveedores y sociedad en general. Sin embargo, todos sabemos que este proceso no ocurrirá a menos que la empresa cuente con los procedimientos y políticas internas adecuadas que aseguren una conducta orientada al RSE.

Lo anterior se traduce en que conceptos como gobierno corporativo y compliance (cumplimiento normativo interno y externo) tomen fuerza al interior de cualquier tipo de compañía. Una empresa con un buen gobierno corporativo y altos niveles de compliance, se apega a altos estándares de desempeño, cumpliendo todos sus compromisos (legales y voluntarios).

En este contexto, la incorporación de Chile a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) desde enero de 2010, se ha traducido en cambios legales y normativos, como por ejemplo, la ley sobre responsabilidad penal de las personas jurídicas (ley 20.393) o modificaciones a la ley sobre defensa de libre competencia, entre las que podemos destacarla sanción penal para la colusión, autorización previa de operaciones de concentración, prohibición de participación simultánea de una persona en cargos ejecutivos relevantes o de director en dos o más empresas competidoras entre sí (interlocking) y aumento de multas, entre las más importantes.

El gobierno corporativo va más allá del solo cumplimiento legal. Por ejemplo, implementar un sistema de gestión de compliance en la empresa no se refiere únicamente a establecer un modelo de prevención de delitos de la ley 20.393, sino que incluye el monitoreo de todos los compromisos que la empresa ha asumido, sean legales o no.

Cuando se habla de gobierno corporativo, se menciona mucho a accionistas, directorios, bolsa de valores, etc. ¿Lo anterior implica que para compañías que no transan en bolsa, medianas y pequeñas empresas, o firmas familiares, no importa el gobierno corporativo? La respuesta es negativa. Generalmente se habla más de empresas multinacionales o grandes empresas debido al poder económico y al impacto social de una potencial conducta irresponsable por parte de ellas. Sin embargo, el gobierno corporativo aplica igualmente al resto de las empresas señaladas. Por lo tanto, el desafío es aterrizar estos conceptos a estas otras empresas.

El gobierno corporativo debe estar siempre acorde con la estructura de propiedad, tipo de negocio que desarrolla, escala de sus operaciones, estructura organizacional y a la naturaleza de los riesgos de cada compañía.

La implementación de un buen gobierno corporativo supone contar con un equipo de personas preparadas, que lleven adelante la estrategia de la compañía, en un marco de transparencia y comportamiento ético. Para los inversionistas y la banca, este tipo de comportamiento es cada vez más relevante e incluso condicionante para invertir u otorgar financiamiento. Además, permite otorgar una seguridad razonable de que los resultados financieros no se vean afectados por factores distintos a los comerciales.

¿Cómo ilustramos el gobierno corporativo y compliance?

¿Cuál es la propuesta de valor de Sustaina Value?

Contribuir a que las empresas cuenten con un adecuado gobierno, que se ajuste a su escala, complejidad y expectativas de sus propietarios, siempre como socios del negocio, dada nuestra amplia experiencia académica y como ejecutivos de empresas multinacionales.

¿Cómo lo hacemos?

Identificando procesos claves y cultura organizacional;
Proponiendo controles mediante políticas y procedimientos que apoyen la operación y no se transformen en sí en la creación de burocracia y costos para las compañías; y
En la medida que se quiere progresar en mayores estándares necesarios para el negocio, se puede completar un modelo SV: comités internos para regular conflictos de interés y transparencia de información, mediciones de desempeño y de objetivos, revisiones externas, comunicaciones (canales de denuncia), reportes, etc.

Equipo Sustaina Value

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