Recientemente se ha presentado la Estrategia Nacional para la producción de hidrógeno verde que busca situar a Chile entre los principales productores del mundo de este combustible renovable. El hidrógeno verde ha entrado con fuerza en las conversaciones sobre sostenibilidad, medioambiente y cambio climático, y poco a poco nos vamos haciendo eco de las propiedades que ofrece y el valor que tiene para nuestro país.
Hace décadas que el hidrógeno se ha promocionado en el mercado energético mundial como “el combustible del futuro”, y hoy ese potencial puede convertirse en realidad, pero en su versión sustentable: el denominado hidrógeno verde. Una opción que especialistas ven con buenos ojos para ser el reemplazo definitivo, por ejemplo, del diesel, en un contexto donde el mundo busca hacer frente a la crisis climática y en el que Chile apunta para 2050 su meta de descarbonización total.
Son 3 los objetivos principales de este ambicioso plan: producir el hidrógeno verde más barato del planeta para 2030, estar entre los 3 principales exportadores para 2040 y contar con 5 GW de capacidad de electrólisis en desarrollo al 2025.
¿Qué es el hidrógeno verde?
También conocido como el hidrógeno renovable, es el producido por electrólisis del agua a partir de electricidad proveniente de fuentes renovables. Este proceso no emite CO2 y transforma el agua en moléculas de gases de hidrógeno y oxígeno, usando electricidad producida por fuentes renovables.
Hoy día se utilizan dos maneras masivas para producir hidrógeno. La primera, y más barata y utilizada, es extraerlo a través de hidrocarburos, a lo que se le llama hidrógeno gris. Método poco amigable con el medioambiente ya que su generación continúa requiriendo combustibles fósiles. Y la segunda es obtenerlo directamente del agua a través de un proceso llamado electrolisis, el cual rompe la molécula del agua y separa el oxígeno y el hidrógeno, lo que necesita altas cantidades de electricidad que si es producida en base a energías renovables como la solar o eólica, genera el hidrógeno en su versión verde. Y en ese último escenario, Chile podría jugar un rol clave a nivel mundial gracias a la alta capacidad instalada de energía renovable en su territorio.
“Nuestro país cuenta con las mejores condiciones para producir y exportar hidrógeno verde debido básicamente a su gran capacidad eólica y solar, que constituye la infraestructura clave para comenzar a generar este combustible alternativo al diesel de manera sustentable”, señala Mariela Arévalo, Ingeniero Civil Químico y Socia Directora de Sustaina Value.
En ese sentido, se trata de una oportunidad estratégica para Chile. “Diversos análisis, incluyendo los de la Agencia Internacional de Energía y de McKinsey&Company, muestran que la enorme riqueza de energías renovables de Chile le permitiría producir el hidrógeno verde más competitivo del planeta y a gran escala”, ha destacado el Ministro de Energía Juan Carlos Jobet.
Este combustible tiene variedad de aplicaciones, de ahí el interés que genera para la industria en general. Puede utilizarse como energético o bien para fabricar productos limpios, en la industria petroquímica y química, agricultura, transporte, entre otros.
Conoce más sobre la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde aquí.